11. Repollo
El repollo es más que la base de tu ensalada favorita. Es una verdura baja en calorías, rica en vitaminas C y K, y repleta de fibra, lo que es beneficioso para la salud intestinal. Su dulzura sutil y su textura crujiente la convierten en una verdura versátil que se puede utilizar en una variedad de platos.
El repollo se puede disfrutar crudo, lo que lo convierte en un ingrediente perfecto para ensaladas frescas y sabrosas. También se suele fermentar para producir chucrut o kimchi, que ofrecen beneficios probióticos. Si se cocina lentamente, se vuelve maravillosamente dulce y tierno, un gran complemento para sopas y guisos, o como guarnición salteada con manzana y cebolla.
12. Col rizada
Las coles son una verdura abundante que resiste tiempos de cocción más largos, lo que las hace ideales para platos de cocción lenta. Son ricas en vitaminas A, C y K y fibra soluble, que puede ayudar a controlar los niveles de colesterol.
Las coles tienen un sabor suave, casi ahumado, y se utilizan a menudo en la cocina sudamericana. Se pueden cocinar a fuego lento con un codillo de jamón para una guarnición tradicional, o saltearlas con aceite de oliva y ajo para una preparación más rápida. Estas verduras también son perfectas para envolver burritos o falafel, ofreciendo una alternativa nutritiva y sin gluten al pan o las tortillas.
13. Judías verdes
Las judías verdes, también conocidas como judías verdes de hoja, son unas judías finas y tiernas que están en su mejor momento cuando aún tienen un poco de textura crujiente. Son una buena fuente de vitaminas C y K, fibra y ácido fólico. Su textura crujiente y su sabor fresco hacen de las judías verdes un acompañamiento popular.
Se pueden blanquear rápidamente y mezclar en ensaladas, encurtir para obtener un sabor ácido, cocinarlas al vapor y cubrirlas con un poco de mantequilla, o saltearlas con otras verduras y su salsa favorita. Las judías verdes son una manera fácil de añadir un toque de color y una dosis de salud a cualquier comida.
14. Pimientos verdes
Los pimientos verdes, con su textura crujiente y su sabor ligeramente herbáceo, son pimientos morrones en su etapa más temprana de maduración. Están repletos de vitamina C y también aportan algo de fibra, vitamina A y potasio.
Los pimientos verdes son increíblemente versátiles en el mundo culinario y aparecen en todo tipo de platos, desde fajitas y ensaladas hasta pimientos rellenos y pizzas. Se pueden utilizar como un bocadillo crudo crujiente, salteados para suavizar su acidez o asados para realzar un poco su dulzura. Su forma hueca también los hace ideales para rellenar con cereales, carnes y quesos para una comida satisfactoria.
15. Remolachas (Verduras)
Las hojas de la remolacha, que a menudo se desechan, son en realidad un tesoro nutricional. Las hojas de remolacha son tiernas y tienen un sabor similar al de la acelga. Son ricas en vitamina K, que es importante para la salud de los huesos, así como en vitamina A y C. Las hojas de remolacha se pueden saltear con un toque de aceite de oliva y ajo para preparar una guarnición fácil, o se pueden agregar a sopas y platos de pasta para darles un impulso nutricional.
Se cocinan considerablemente, así que no dudes en empezar con un montón grande. Su color vibrante y su textura abundante pueden añadir profundidad y nutrición a muchas recetas, lo que las convierte en un valioso complemento para tu dieta.