Vitamina E
La vitamina E es un poderoso antioxidante crucial en la lucha contra los radicales libres, que pueden provocar estrés oxidativo y daño celular, enemigos de la buena salud circulatoria.
Más allá de su función de protección de las células, se sabe específicamente que la vitamina E refuerza la salud del endotelio, el revestimiento interno de los vasos sanguíneos.
Al garantizar la flexibilidad de las arterias, ayuda a mantener un flujo sanguíneo adecuado y reduce el riesgo de formación de coágulos al inhibir la oxidación del colesterol LDL, que es un factor que contribuye a la acumulación de placa.
Ginkgo biloba
El Ginkgo biloba, un árbol venerable con raíces profundas en la medicina tradicional, contiene flavonoides y terpenoides, compuestos que tienen fuertes propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
Esto se consigue gracias a su efecto vasodilatador y a la regulación de la elasticidad de los vasos sanguíneos.
Estos efectos, combinados, pueden conducir a una mejor función cerebral, una mejor cognición y una mejor circulación.
Vitamina B12
La vitamina B12 es un nutriente esencial que desempeña un papel fundamental en la formación de glóbulos rojos, la síntesis de ADN y la función neurológica, y también es fundamental para mantener un sistema circulatorio óptimo.
Controla y reduce los niveles elevados de homocisteína, que cuando son altos se asocian con problemas vasculares y un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares. La ingesta adecuada de vitamina B12 garantiza una reposición celular eficiente y apoya la integridad de las vías circulatorias, promoviendo un flujo sanguíneo óptimo en todo el cuerpo.
Ácidos grasos omega-3
Los ácidos grasos omega-3, particularmente el EPA y el DHA que se encuentran en el aceite de pescado, son fundamentales para mantener la salud del corazón y favorecer una buena circulación.
Estos ácidos grasos ayudan a reducir la inflamación sistémica, una de las causas de la enfermedad vascular, y se han utilizado Se ha demostrado que reduce los niveles de triglicéridos., reducir la presión arterial y reducir el riesgo de acumulación de placa en las arterias.
Remolacha
El polvo de remolacha es un suplemento versátil derivado de la remolacha, una verdura rica en nutrientes y conocida por su alto contenido de nitratos.
Estos nitratos se convierten en óxido nítrico en el cuerpo, un compuesto que desempeña un papel importante en la dilatación de los vasos sanguíneos. La vasodilatación mejorada puede conducir a un mejor flujo sanguíneo, una presión arterial más baja y un mejor suministro de oxígeno a todo el cuerpo. Es particularmente popular entre los atletas por su potencial para aumentar la resistencia y el rendimiento al mejorar la circulación y el uso del oxígeno.
Además, su rica variedad de vitaminas y minerales favorece la salud general, además de brindar beneficios circulatorios.
Hierro
El hierro es un mineral fundamental en el organismo, esencial para la producción de hemoglobina, la proteína de los glóbulos rojos que transporta oxígeno por todo el cuerpo.
Los niveles adecuados de hierro son cruciales para mantener los niveles de energía y favorecer la salud circulatoria general.
Sin suficiente hierro, usted puede sufrir anemia, lo que provoca una serie de problemas, entre ellos fatiga y alteración del flujo sanguíneo.
Entonces, al asegurarte de obtener suficiente hierro, ya sea a través de la dieta o de suplementos, estás apoyando la capacidad de tu cuerpo para transportar oxígeno de manera eficiente, lo cual es fundamental para una circulación saludable.
Vitamina B3 (niacina)
La vitamina B3 o niacina es una vitamina B multifacética que favorece funciones que van desde el metabolismo hasta la salud de la piel.
En lo que respecta a la circulación, su papel como vasodilatador cobra protagonismo. Al relajar los vasos sanguíneos, la niacina ayuda a estimular el flujo sanguíneo a las extremidades, lo que puede resultar especialmente beneficioso para quienes padecen afecciones como el fenómeno de Raynaud.
Además, la niacina ha sido mostrado influir en los perfiles lipídicos, reduciendo el colesterol LDL “malo” y aumentando el colesterol HDL “bueno”, reduciendo así el riesgo cardiovascular.
Coenzima Q10 (CoQ10)
La CoQ10 es una sustancia que las células utilizan para producir la energía que necesitan para el crecimiento y el mantenimiento celular.
Funciona como antioxidante, protegiendo al cuerpo del daño causado por moléculas dañinas.
Se ha demostrado que la CoQ10 beneficia la salud del corazón al Mejorar la presión arterial y a menudo se recomienda para personas con insuficiencia cardíaca congestiva o que toman estatinas, que pueden reducir los niveles naturales de CoQ10.
Cúrcuma
La cúrcuma ha sido elogiada por sus potentes efectos antiinflamatorios y antioxidantes. Su papel en la salud circulatoria es vinculado a sus efectos positivos sobre la función endotelial.
Al combatir la disfunción endotelial, la curcumina promueve la adecuada dilatación y constricción de los vasos sanguíneos, lo que facilita la regulación adecuada de la presión arterial y la prevención de coágulos. Su capacidad para modular la inflamación y el estrés oxidativo también favorece indirectamente el mantenimiento de la salud de los vasos sanguíneos.
Extracto de semilla de uva
El extracto de semilla de uva, obtenido de las diminutas semillas de las uvas, es un tesoro de proantocianidinas oligoméricas (OPC), potentes antioxidantes que superan la eficacia de la vitamina C y E en la batalla contra el estrés oxidativo.
El extracto ha ganado reconocimiento por sus beneficios cardiovasculares, principalmente debido a su capacidad paraMejora el flujo sanguíneo y reduce la frecuencia cardíaca.
Esto se logra gracias a las propiedades vasodilatadoras naturales del extracto, que alivian la tensión en las paredes de los vasos sanguíneos, lo que permite una mejor circulación.
Además, se ha destacado por su capacidad para proteger el endotelio, el delicado revestimiento interno de los vasos sanguíneos, del daño causado por los radicales libres y la inflamación.
Ginseng
El ginseng, valorado desde hace mucho tiempo en la medicina oriental, ha surgido en la investigación moderna como un aliado para la salud cardiovascular.
Se ha demostrado que mejorar la función circulatoria mejorando los perfiles lipídicos en sangre y reduciendo la inflamación.
Además, el ginseng ha sido mostrado para ayudar a reducir los niveles de colesterol LDL, contribuyendo a la prevención del daño vascular y apoyando una circulación efectiva.
L-Arginina
La L-arginina es un aminoácido que el cuerpo utiliza a menudo como componente básico de las proteínas, pero lo que es más importante, también desempeña un papel en la producción de óxido nítrico.
El óxido nítrico es un vasodilatador, lo que significa que ayuda a relajar y ensanchar los vasos sanguíneos, lo que puede mejorar el flujo sanguíneo y la circulación.
Esto hace que la L-Arginina sea una opción popular para apoyar la salud cardiovascular, particularmente para aquellos con presión arterial alta o acumulación de placa arterial.
Vitamina K
La vitamina K, a menudo analizada en el contexto de la coagulación, también tiene un papel doble en la salud vascular.
Si bien es cierto que es parte integral del proceso de coagulación, evitando el sangrado excesivo, también es importante para prevenir la calcificación vascular, un factor de rigidez arterial.Al activar las proteínas que regulan la deposición de calcio, la vitamina K garantiza que el calcio se dirija a donde se necesita, como en los huesos, y no a las arterias, donde puede causar daño.
Vitamina D
La vitamina D se relaciona tradicionalmente con la salud ósea debido a su papel en la absorción de calcio; sin embargo, sus beneficios se extienden también al sistema cardiovascular. Se la ha relacionado con la regulación de la presión arterial y la salud arterial.
La deficiencia de vitamina D ha sido asociado con un mayor riesgo de hipertensión y rigidez arterial. Asegurar niveles adecuados de esta vitamina garantiza que los vasos sanguíneos permanezcan flexibles y sean menos propensos a contraerse, lo cual es vital para mantener un flujo sanguíneo fluido.
Magnesio
El magnesio es un mineral vital que favorece muchas funciones corporales, incluidas la función muscular y nerviosa, el control de la glucosa en sangre y el desarrollo óseo.
También es crucial para la salud cardiovascular, ya que ayuda a mantener el funcionamiento normal de los músculos y los nervios, mantiene estable el ritmo cardíaco y favorece un sistema inmunológico saludable. La ingesta adecuada de magnesio se asocia con una menor riesgo de aterosclerosis—una afección que hace que los vasos sanguíneos se endurezcan y se estrechen— e hipertensión, o presión arterial alta.